Las causas por las cuales interpretamos determinadas situaciones como conflicto son múltiples: falta, ausencia, o incapacidad de construir sentido acerca de lo que está ocurriéndonos. La noción ausente en este tipo de lecturas suele ser la de Aprendizaje.
El sentido detrás de una pelea podrá ser aprender a poner límites, el sentido detrás de una separación podría ser aprender a gestionar la soledad, Incluso el sentido de un síntoma o enfermedad, como la consecuencia de un respaldo momentáneo a una capacidad que aún no está desarrollada en nuestra psique.
También llamamos conflicto, a aquellas situaciones en las que un programa se activa de repente, y nos da un marco de lectura que nos lleva a considerar, que no tenemos cierta capacidad de respuesta para cubrir una necesidad que también proviene de nuestro psiquismo. Definiendo psiquismo, como el conjunto de procesos cognitivos, que nos llevan tanto a hacer interpretaciones, como a sacar conclusiones acerca de nosotros mismos o de nuestro entorno.
¿Cómo se da la ausencia de sentido? La ausencia de sentido en lo que nos ocurre, se da principalmente por ausencia o falta de información. Información faltante que siempre es completada, por programas de supervivencia que se activan en nuestro inconsciente, y que nos brindan un respaldo momentáneo ante esa falta o carencia de información. Toda falta o ausencia de información, va a ser interpretada por nuestro inconsciente biológico como una vivencia que pone en riesgo nuestra supervivencia.
El problema, es que no siempre la información contenida en el programa que utilizamos para responder ante la falta o ausencia de información en el presente, es funcional a la construcción de sentido que ésta nos pide. Es por esto que para salir del conflicto, tendremos que descartar nociones que asocian la falta de información con un riesgo de supervivencia, por el concepto de posibilidad de aprendizaje.
Cuando cambiamos un concepto por otro, la respuesta ante esa situación agregará a la activación de un programa reactivo y automático (no debe ser cancelado ni reprimido), un nuevo proceso cognitivo que se centrará en reflexionar acerca de los mecanismos que se activaron automáticamente y no nos permitían inicialmente ver a esa situación como algo de lo cual podemos aprender.